Emitida en: 2006
Demográfico: Shonen
Género: Gore
Calificación del Oji-san: 7.79
Las saga Blood es una saga épica de la cultura Otaku; es una de esos "universos", que han estado presentes en la cultura popular japonesa en casi todas sus manifestaciones. Blood fue manga, película animada, veideojuego, animé, novela ligera, e incluso película en live motion; y hoy en día su presencia continúa con el animé Blood C (del cual hablaremos en su momento). Pero el cuerpo del universo Blood está retratado en esta dura historia de sangre, culpa y amor fraternal. Baste con ver las empresas detrás de esta producción; Aniplex (la rama Otaku de Sony) en la producción ejecutiva y Production IG en el dibujo; juntos desde la primer película (2000) hasta "C", mangas publicados en Shonen Ace y Ciel; y por último la llegada de las CLAMP en el diseño de personajes de la última serie. Solo esa conjunción de empresas de éxito nos habla de lo cuidadosa y amibiciosa que fue la producción de Blood+, lo cual, en mucho, explica lo amplio de su éxito.
Sinceramente la historia es larga y compleja de contar, además de que no queremos hacerle el spoiler a nadie. Baste esta corta explicación: En la tierra existe una raza de seres hematófagos llamados quirópteros, más similares a los vampiros de la tradición milenaria japonesa que a los vampiros (europeos) que conocemos en nuestro folclore. Saya y Diva son las gemelas reinas de este mundo, pero ambas se encuentran a lados distintos del espectro moral, una de ellas en la oscuridad, y la otra el lado "del bien"; sin importar su relevancia para el futuro de la humanidad, ambas inician la historia siendo solo niñas de 13 o 14 años (de edad humana) y su comportamiento a veces está influido por ello. La historia se basa en cómo ambos bandos se enfrentan y escalan la lucha hasta el punto en que la vida, a como la conocemos, depende del encuentro final de las (para ese momento) muchachas. Obviamente la historia profundiza más en la vida de Saya, la heroína; que avanza desde ser una chiquilla de secundaria, desgarbada y políticamente correcta; a convertirse en una cazavampiros que patea culos por doquier; pero que en el camino va dejando pedazos de su vida, su amor y su humanidad... es realmente una historia que vale la pena ver.
Los personajes de este animé son muchos y muy variados; desde humanos civiles, caballeros quiropteranos, siff´s, militares encubiertos, periodistas metiches y chiquillas bien... todos con una historia valiosa de ser contada, y todos con algo interesante que aportarle a la serie. Esta es el tipo de serie donde el personaje principal no carga con todo el peso de la historia, sino que ésta es llevada, como con las manos por decenas de personajes. Mirar esta serie te recuerda que detrás de cada rostro siempre hay una historia de vida, amor, alegrías y tristezas.
Desde el momento que la historia inicia te das cuenta que no puede tener una ambientación local, pero sinceramente no esperas que sea algo realmente global. Esta ambientación ha sido muy bien lograda, desde Moscú a Tailandia, pasando por New York y Paris; te llevan por todo el planeta, te muestran no solo los íconos visuales de las diferentes locaciones, sino que también hacen un excelente trabajo mostrándote la vida normal de las sociedades implicadas, desde el campesino siberiano, hasta la escuela de señoritas extranjeras en Tailandia. Sin embargo, con todo y todo que te hacen navegar por el mundo... la serie nace y muere en Okinawa, un lugar ícono de la cultura japonesa, como el lugar donde la cultura japonesa se mezcla con occident, símbolo de vacaciones y alegría, bajo el calor del subtrópico y los fulgurantes soles del atardecer... uno mismo, como televidente, desea que la escena siempre vuelva a esos atardeceres cálidos de la isla.
En cuanto a la técnica de producción, esta es impecable... el dibujo es seductor, realmente artístico y acabado. A diferencia de la mayor parte de las series, donde el dibujo se cuida en extremo para los primeros y últimos capítulos, dejando los "capitulos de enmedio" un poco a la libre. Acá no se puede hacer eso, por los cambios tan fuertes de ambientación y de personajes, no hay forma de dejar de dibujar con calidad de primer capítulo en toda la extensión de los 50 capítulos. En cuanto a la animación... pues poco hay que decir; la fluidez es notoria y las escenas de fondo amplio o las de acción rápida (dos tipos de escenas muy difíciles de animar) parecen filmadas en 24ps y no en 8ps, que es como realmente se filmaron.
La banda sonora de contenido es simplemente hermosa... y dado que hay una relación entre los personajes principales y el bel canto, esta banda está llena de arias de gran impacto emocional (escritas por Hans Zimmer y Mark Mancina, entre ambos ganadores de óscares, grammys, baftas, globos de oro, y cuanto premio haya en la industria de la música para cine). Aparte de ello, la musicalización incluye muchos fragmentos de Bach, incluyendo algunos de los solos de Cello que ejecuta Hagi. O sea... una banda sonora de altísima calidad, probablemente sin comparación en la historia del animé.
La banda sonora de promoción es de las grandes, los openings y endings convocaron a algunos pesos pesados del j-pop, como Hyde, Jinn, Ángela Aki, Uverworld y otros. Mención especial de la banda sonora es el primer opening, Lágrimas del cielo azul (Aozora no namida), de Hitomi Takahashi... te mete de lleno en la serie, de entrada nomás; por su ritmo y acción, además de tener una letra impresionante que no deben perderse. Tan ligada está esta canción a la serie que el PV de la canción es una mezcla de animé y live motion donde Saya y Takahashi se mezclan en una extraña lucha con un quirópteran... un video que debes ver.
Sumari... No puedes llamarte Otaku si no has visto Blood+... no solo es uno de los animés de mejor calidad, diseño y acabado; sino que ya es parte de la historia del animé. Y si la calificación del Oji-san no es mejor, es solo porque el humor está prácticamente ausente en la serie (y a mi me gusta que me saquen buenas sonrisas). No se la pierdan.
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